Amarte es conocerme,
Saberme capaz de todo
Saber que no tengo límites
Y saber luchar por lo que quiero
Amarte es encontrarme a mi mismo
Encontrarme a mi mismo en tu mirada
Encontrar mis razones en tu sonrisa
Encontrar mis canciones en tus minutos
Amarte es la cúspide de mi egoísmo
Porque sólo cuando te hago feliz
Me completo a mi mismo
Amarte es algo inexplicable
Algo que trasciende lo bueno y lo malo
Amarte es descubrir lo desconocido
Es sumergirme vendado en el mar
Sin saber lo que espero
Amarte es confiar en mi mismo
Y saberme capaz de nunca defraudarte
Saber que no existe nada en este mundo
Que pueda alejarme
Amarte no es un compromiso
Pues aunque es decisión de un solo lado
No se puede forzar lo que escribe el destino
Amarte es para lo que fui creado
Cada segundo
Cada minuto
Cada respiro...
Lo he confirmado
Amarte es adoptar lo prohibido
Aceptar destruirme
Y dejarme al olvido
Amarte es la entrega de todo lo que he vivido
De lo bueno,
Lo malo
Y lo que aún no he tenido
Amarte es saber que no existen fronteras
Que no importa cuán lejos,
Mi alma te espera.
Sometimes inspiring, sometimes romantic, sometimes critical, spontaneous, serious, funny, elegant and rude...these are the paths evoking THE VORTEX of our own existence.
sábado, 25 de junio de 2016
domingo, 24 de enero de 2016
Donde la Magia Sucede
Hace 13 años, cuando tenía 18, tuve el
honor de ser baterista de una gran banda que marcó mi vida con grandes momentos
en el escenario con excelentes experiencias
de rockstar que forjaron grandes amigos y “novias” de aquellas épocas.
Un jueves común y corriente, recibí una
llamada en mi casa de un señor de nombre Beto Calderón, diciendo que había
escuchado muy buenos comentarios de Bloody Mary (mi banda) y que le gustaría
que tocáramos en un evento de motociclistas en las afueras del D.F. Nunca supe
de donde sacó mi teléfono ni quién le habló de mi banda… El tipo insistió mucho
en que quería que lo acompañara a ver el lugar en las afueras del D.F. para
platicarme la logística y negociar el precio. Evidentemente me espante, pero
tenía un buen feeling de esto (además de que el evento sonaba increíble) y así,
le pedí a Dimitri, el vocalista de mi banda de aquel entonces, que me
acompañara el sábado con Beto a ver el lugar.
Llegó el día y vimos a Beto en el Burger
King de Interlomas. Llegó en una camioneta Lincoln blanca. Beto, como de 55
años de edad, pelo blanco largo, lentes de sol, olor a cigarro y chamarra
gruesa para el frio; manejó durante una hora y cuarto mientras platicábamos de
música en su camioneta y nos contaba detalles del evento. Salimos de Interlomas
por la carretera de La Venta – Chamapa. Los edificios se convirtieron en
carretera, la en pueblito y el pueblito en montañas para de pronto encontrarnos
en medio de la nada serpenteando por un camino de un solo carril donde de vez
en cuanto veíamos una cabaña o un restaurante ofreciendo conejo, barbacoa o
cecina.
Al fin llegamos al lugar: un terreno
plano a un lado del camino entre arboles, muy bonito sin duda, con aíre frio y
olor a pino… muy agradable a la vista, pero sin pena ni gloria. De inmediato
pensé tal cual “va a ser un verdadero desmadre venir a montar el escenario
aquí, pero sigamos escuchando a Beto…”
Unos cuantos minutos después, Beto nos
dijo que ya que estábamos por allá, quería llevarnos a conocer un lugar muy
especial, dónde inicialmente quería hacer el evento para motociclistas, pero
que por las características del lugar no era posible.
Accedimos entonces a acompañarlo a éste
lugar y desde ese momento Beto no dejó de hablar de él como si fuera un lugar
mágico y único en su especie. 30 minutos después llegamos a un camino de
terracería que delimita la entrada al lugar y sigue durante 4 minutos, hasta que de pronto la camioneta se rodeó de
niños con aspecto humilde, pero felices de ver la llegada de la camioneta
blanca. Al parecer los niños conocían perfecto a Beto, quien de inmediato sacó
una bolsa enorme llena de dulces y desde su ventana los repartió a los niños.
Era una especie de Papá Noel de la infancia lugareña. Al final del corto camino
de terracería, el paisaje se abrió dejando ver a tres montañas que descansaban
en lo que hasta ese momento parecía ser un llano o un valle pequeño.
Al bajarnos del coche y acercarnos al
punto donde convergen las montañas, con gran asombro pudimos ver que no había
un valle, sino un lago que reposaba tranquilo entre los montes imponentes
repletos de árboles. Caminamos un poco rodeando el lago mientras Beto seguía
hablando de las maravillas de la locación. Me era imposible dejar de estar
sorprendido de aquel lugar, que desde el segundo uno que me recibió me hizo
identificarme por dentro abriendo por completo mi energía para fundirla con la
vibra que flotaba por encima del agua acariciando las hojas de los árboles.
Fue
un momento corto que duró apenas 15 minutos, pero suficientes para hacerme ver que
había descubierto algo increíble para el resto de mi vida. Del regreso no me
acuerdo mucho, Beto hablaba con Dimitri y a veces yo irrumpía con algún
comentario “ee seguimiento” en la conversación para no dejar de ser parte,
cuando francamente ni me acuerdo de que hablábamos pues yo no podía dejar de
pensar en ese lago.
Llegué a casa y emocionado le platiqué a
mis papás el lugar a donde había ido. Beto no volvió a hablar y no supe nada el
del otra vez. Al final creo que el hecho de llevarnos al lugar donde sería el
evento, fue solo un pretexto para darnos a conocer “El Lago”.
Al paso de dos semanas, yo no podía sacar
de mi mente ese lugar, que hasta en sueños me llamaba. La sensación al
conocerlo había perdurado ya por 15 días y sabía que tenía que regresar. Con
esto en mente, un sábado por la mañana me subí al coche y manejé con la
intensión de llegar al lago por mi parte. En aquel entonces no había GPS y para
cumplir el cometido había que tomar carretera, tomar calles sin nombre, pasar
por pueblos que jamás había pisado, preguntar a la gente como llegar y darte
cuenta que ni los lugareños conocían que existía con sus respuestas negativas.
Para llegar había que encontrarse en medio de la nada serpenteando entre las
montañas y así fue; siguiendo lo que me acordaba del camino que sólo una vez
había recorrido, pero más que nada siguiendo a mi instinto para llegar
nuevamente al lago después de 2 horas.
Estaba ahí una vez más, sin creer que
había regresado por mi cuenta, sin indicaciones o mapas. Esta vez estaba de
vuelta sin prisas, con tiempo y con espacio para dedicarlo a mi mismo y a este
lugar, mi paraíso. En aquel entonces no meditaba, pero yo sabía que las
platicas que me debía a mi mismo, podían suceder en el profundo silencio de las
montañas con El Lago de testigo. Aquel día prometí que regresaría a repetir la
experiencia de vez en vez y es así como se ha convertido en un lugar que me
llama cuando más lo necesito, me escucha, me sana y me entiende; y mejor aún,
se siente igual que como hace más de 13 años.
Las hojas de esos árboles han
sido testigos de los relatos que contienen mis más profundos dolores, mis más
grandes logros, mis mas fuertes deseos y mis más impactantes revelaciones.
Sucede algo mágico ahí y también fuera de ahí; y es que de alguna manera la
vida y este lugar tienen el poder de enseñarme la trascendencia emocional que
“mis amores” tendrán en mi vida de una manera única y que hasta hace poco era
incomprensible para mi. Sucede que siempre que quiero ir con alguien que creo
que es especial en mi vida, hago algún plan con alguna niña para “presentarle”
a mi lugar especial o quiero ir con alguien que creo que “amo”…¡la vida se
encarga de que eso no suceda! Es así como pasa cuando he querido llevar a
varias personas y compartir la importancia de esto, y/o se cancela el plan o se descompone el
coche, o se termina la relación con ella justo antes de ir… y al final… voy
sólo; sólo, pero contento porque se que por algo pasan las cosas y ahora me doy
cuenta de que éste lugar solo pide conocer a quien realmente tiene un lazo
genuino de amor recíproco conmigo y al mismo tiempo merece quedarse en mi vida
y yo en la suya. Esto se convirtió en una prueba de fuego y el destino se
encargará de definir quién la supera y quién no. Así ha sido de manera
increíble y así seguirá siendo.
Hoy es un lugar cada vez más comercial y
seguramente muchos lo conocerán pronto. Solo espero que la magia no se pierda y
me siga recibiendo con esa energía inigualable para continuar avanzando en mi
camino hacia la luz haciéndome cada vez más consiente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)