viernes, 4 de diciembre de 2015

El Poder del Deseo

Es increíble el poder del deseo que tenemos los seres humanos cuando los hacemos desde nuestra escénica. Sin darnos cuenta un deseo se convierte en un decreto que, a su vez, se transforma en un hecho.  A mí me pasa muy seguido en el plano de pareja y no me daba cuenta hasta esta noche de insomnio y reflexión.

Desde mis 17 años, llevo idealizando a aquella persona con la cual compartiría mi vida y deseando que llegue en formas y estilos que creía que me llenarían, basando mi deseo en pobres juicios que, desde mi mundo racional, eran indispensables para mí "mujer perfecta". Ahora desde un punto de vista ligeramente más consciente, me doy cuenta que siempre tuve lo que pedí...

Primero pedí una mujer libanesa....basando este deseo en el juicio inculcado desde la cuna sobre "la mujer perfecta"  con las "tradiciones ideales"; y que al ser libanesa era casi sinónimo de "Buena familia".  Pedí y tuve a esa niña.... Pasa el tiempo y te das cuenta que no hay nada más falso que el concepto que tenía de esto.

Luego, después de vivir un duelo, pedí alguien que me amara al 100, me apoyara y me ayudara a ver las cosas desde otra perspectiva.. Pedí y la tuve. Uno de los Ángeles en mi vida, y un tiempo mi pareja. Olvide pedir lo que yo debía sentir por esa persona y físicamente liberarme de juicios completamente superficiales y estúpidos.

Así fue... Luego llegó otro ángel... Pedí más o menos lo mismo, pero en alguien que comprendiera mis tiempos profesionales y mi "estilo de vida. ¡Pedí y llegó de nuevo! Olvidé pedir estar listo para apreciarla como merecía; libre de juicios y aunque lo intenté mucho, no logre darme cuenta y valorar lo que estaba recibiendo. Por segunda vez me hacían sentir amado y como reacción me alejaba. Todo por basar mi deseo en pobres juicios nuevamente.

Después pedí a una mujer que me encantara físicamente y tuviera una mirada que apenas pudiera sostener. Pedí y llegó de nuevo. Sin hacerlo más largo, un deseo tan superficial logró que sentimentalmente no se diera nada y solo físico.

Después pedí enamorarme al fin y sentirme pleno, con alguien que físicamente me volviera loco, con el cuerpo ideal para mí y ademanes que me conquistaran; dejando atrás los juicios banales sobre el "nivel" de "la familia de mi pareja" que ya había aprendido en mis deseos pasados. ¡Pedí y vaya que se me concedió! Pero olvidé pedir ser correspondido de regreso y eso nunca acaba bien.

Sin embargo, desde hace tiempo he tenido a alguien que me acompaña de forma increíble desde la distancia y que casualmente no pedí...y estoy infinitamente agradecido por ello ya que, con un amor incondicional, ha sido soporte en las buenas y en las malas; aún con mis "pedidos" fallidos. Por ese lado estoy agradecido infinitamente y soy afortunado diario.

Hoy, aunque aún no esté listo al 100 para seguir a la siguiente página, teniendo en cuenta todo lo dicho antes y sabiendo de manera más consciente que mis deseos en este plano de pareja son decretos que se convierten en hechos, quiero pedir una última cosa...

Después de haber vivido, echado desmadre, haberme enamorado, llorado, disfrutado, aprendido,  caído y vuelto a levantar... Creo que solo quiero un deseo:

Primero encontrar el amor en lo más profundo de mí mismo para así poder encontrar en mi siguiente compañera, al amor de mi vida.

Pero no acaba ahí...

Quiero que a su vez esa persona encuentre al amor de su vida en mi.

Punto. Solo así.

Con todo lo que eso conlleva... Atracción física nunca antes vista, química emocional sin precedentes en mi vida, apoyo moral y profesional incondicional, y amor sincero desde el fondo de ambas partes; dejando atrás juicios construidos en los deseos fallidos anteriores.... Solo así...

Encontrar, el uno un el otro, al amor de nuestras vidas.

¡Listo!

Deseado...

....Decretado....


....¿Concedido?

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