lunes, 28 de diciembre de 2015

I BELIEVE I CAN FLY




Heme aquí sentado una vez más a donde los dedos me lleven. Traigo algo atorado en el pecho, pero no, esta vez no es por desaires o alguna situación adversa al corazón, de esas que me encanta buscar de manera inconsciente (¿tal vez?), esta vez traigo algo muy bueno que desborda y pide a gritos ser compartido. ¡El problema es que no se que es! Cabe la posibilidad de que al fin vuelvo a ser yo después de tanto madrazo, de que al fin deje de lado las ideas que no van conmigo y retome las que sí, o puede ser que me encuentre en este éxtasis de riqueza emocional y pobreza financiera debido a mi reciente “independencia” con mi nuevo hogar.  En fin, pueden ser muchas cosas. El chiste es que vuelvo a adoptar, con mucho amor, la luz que me hace brillar. Solo se siente como si algo muy bueno me fuera a pasar, así como me ha venido sucediendo al final de este diciembre de 2015,  y también se siente como que merezco este algo tan bueno que me va a pasar.

En estos últimos días he desempolvado muchas historias en mi vida, desde mis 9 años con Lucia – jajaja-  hasta lo que trajo y se llevó este 2015; que en apariencia emocional fue malísimo, pero toda una belleza de crecimiento personal y espiritual, yo diría. Tanto se aprende en diferentes actitudes que tomas ante lo que te rodea, que al final aprendes de tus reacciones, tus acciones, tus pensamientos y por su puesto, de todo lo que callas  y te cuentas en pláticas universales contigo mismo  sobre tu propia esencia con la luna de testigo. La música vuelve a sonar y casi siempre ya se escucha con la misma armonía de siempre, sin ningún mal recuerdo que la saque de tono y con la energía de cada nota como si hubiera sido hecha hecha para ese instante en que la escuches estés donde estés.

El sol sale y se mete muchas veces, y comprendes que nada va a cambiar en tu vida si tu mismo no quieres cambiar las cosas. Ese es el poder de tu “yo superior” sobre la realidad que tú mismo fabricas ante tus ojos cada segundo. Empieza a tomar fuerza esa sensación de que nada de lo que ocurre en el entorno puede afectarme, a menos que así lo decida; pero ojo, que muchas veces decimos esta frase refiriéndonos a lo malo que nos rodea, sin darnos cuenta que lo bueno que nos rodea, también es nuestra decisión dejarlo actuar y entrar hasta donde nosotros queramos.  Hoy estoy en ese punto de valorar a la gente que esta en vida, soy DEMASIADO afortunado con gente increíble que me quiere y me valora, así como yo a ellos. El claro ejemplo de Susie, Paloma, Salim, Carlos, Mariangel, Denisse, Jonathan, Johanna, mi familia etc… que, aunque haya pasado el tiempo sin ser tan cercanos, siempre hay una muestra de cariño y valoración mutua que nadie más ha podido igualar en mi vida, cada quien a su estilo y en muchas ocasiones rebasan mi reciprocidad.  También llegaron amistades completamente impredecibles a mi vida que han  sido parte de esta “manita” para abrirle la llave a mi luz. A toda esta gente que hay en mi vida: GRACIAS  desde el alma por acompañarme en mi camino y aguantarme necio, terco y de malas y también cuando soy un tipazo que a veces se me da J. Hoy lloré un poco en la oficina al leer este post que me llevó a 5 años atrás: http://mariangel-elovario.blogspot.mx/2010/12/este-es-el-dia-de-una-noche-feliz.html, es algo increíble cuando alguien te recuerda quien realmente eres y te liberas de lo que otras personas te hicieron creer que eras al no valorarte o tratarte mal. Que ojo, no tengo ni el mas mínimo rencor para estas personas, solo agradecimiento por llevarme a donde estoy hoy.

Creo que en el plano emocional ya me canse de dar tanto y quedar con “las manos vacías” - en palabras el ego - ahora me toca “recibir” y ser recíproco en la mayor cantidad posible. Desde luego que simple vista del ego tengo “las manos vacías”, pero desde un plano más elevado, salí de las experiencias de este año con las manos llenas de aprendizajes, de amor verdadero y de realidades que aterrizaron en mi mente y en mi corazón para demostrar la capacidad increíble que tengo de amar y hacer sentir amado a alguien más.  Estoy listo para lo que venga y se que será muy bueno. Estoy recargado y en una etapa de mi vida sin precedentes. Es tiempo de aceptar que toda la abundancia en mi vida siga fluyendo y que empape a mi gente más cercana. La merezco y así ya es. 

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