lunes, 5 de julio de 2010

Bienvenido…


A veces siento que regresa el poeta, el escritor, el trovador, aquel pensador que algún día desarrollé dentro de este cascarón de carne. Alimentado de ilusiones, sonrisas, caricias y corazones rotos, lo vi crecer con el paso de los días.

Mirando atrás en mi vida, este personaje aflora únicamente con un sentimiento puro, amor, soledad, alegría, nostalgia… cualquier sensación que pague la cuota para llenar de energía sus dedos musicales y expresivos.

En ocasiones canta por que extraña, escribe porque ama, protesta con las cuerdas de una guitarra en señal de repudio a una realidad que no acepta o incluso no ve. Sus pensamientos lo consumen, y aunque sabe que no ha nacido el día en el que arregle algo con una canción o con un texto desde el fondo del corazón, él sigue creyendo que un día éstas serán sus armas para alcanzar la felicidad sincera.

Mi querido trovador, ¡es bueno tenerte de vuelta! Dormiste unos cuantos años cuando pensaste que la vida no tenía exigencias para ti. Ahora aprovecha la situación que tengo una bodega de sensaciones, sueños y frustraciones, pero también aprende que tal vez si estas aquí, es porque dormías cuando más te necesitaba sin saberlo. No vuelvas a irte. Llena con tus letras y tus notas el vacío de mi corazón y de los que me rodean hasta el día en que regales tu último respiro en un beso a quien nos habrá de hacer libres por siempre.

Bienvenido poeta, bienvenido escritor… bienvenido a mi realidad.

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