Para mí no hay nada mejor que ser impulsivo, detallista y sorprender cuando piensan que soy predecible. Me gusta intentar nuevas cosas, nuevos lugares, salir con grupos de gente diferentes, escuchar música de todo tipo. Comer un día en un puesto y esa noche cenar en un restaurante caro para levantarme al día siguiente y desayunar una lata de atun regodeándome en mi “pobreza” causada por la noche anterior… pero con una sonrisa.
Me gusta manejar en carretera aunque no siempre tenga un destino planeado y pensar todo el día en nuevos ritmos para componer canciones. Me gusta filosofar internamente y cuestionarme el porqué de cosas sin sentido, crear frases “filosóficas” de mis conclusiones y después sentarme a trabajar bajo presión. Me gusta demostrar que soy bueno en mi trabajo y en lo que me apasiona, levantarme a hacer ejercicio, hacer un plan de publicidad 360° de una idea creativa de mi cosecha, luego dar clases de guitarra y batería para relajarme mientras compongo, para después llegar a mi casa a inventar un platillo de cocina para mis papás y yo; y al final del día encallar merecidamente en mi laptop sintiendo la satisfacción de que “hoy viví como tenía que vivir”.
Si salgo con alguien que me atrae, me gusta decirle a la cara lo que siento y aunque no siempre se está en el mood, nunca quiero dejar pasar esas oportunidades pues no sabes que va a pasar mañana y si lo vas a poder decir o no. No siempre sale bien y digo a “aprendo la lección” y la realidad es que no puedo cambiar ese impulso de ser yo. Aunque a veces de flojera, me gusta sentirme pleno estando en silencio con alguien que quiero. Es interesante sacar plática, pero es mucho mas complejo decir las cosas con la mirada o con acciones tan simples como dar un beso, la mano o abrazar (entre otras J ).
Al final creo que con todo esto junto me he convertido en una especie de “aventurero”… mejor dicho, creo que siempre lo he sido, solo que ahora trato de no guardármelo. Siempre me defino como coleccionista de momentos, pero he aprendido también que definirse es limitarse. He aprendido que en esta vida hay que hacer de todo, jalar para todos lados, con un constante aprendizaje.
Hace un año me hubiera imaginado que mi vida giraría en torno a la publicidad, a relacionarme con la gente, y a la música. Aunque hoy en parte sea Músico de corazón, Publicista por vocación, Internacionalista de profesión, Productor por convicción, Soñador de nacimiento y Cocinero por pasión; también soy un cabrón a veces, buen amigo y amante otras tantas; metiche, creativo, chaparro, mexicano-español-libanes, justo, injusto, incomprendido, raro, común, anarquista y contradictorio; un naco cuando aplica y un príncipe cuando se necesita… extraordinariamente común tal vez, pero hoy me siento satisfecho de eso, pero con más retos por delante de los que me hubiera imaginado…Al final, es esa actitud de rockstar lo que le sazona mi rutina poco común. No soy famoso y apenas me alcanza para mis gastos, pero hoy soy feliz. No necesito ser una figura pública para fiestear como un famoso, o un músico reconocido para rockear como me gusta y componer el tipo de música que me nazca ese día: Hoy Pop, mañana Metal, pasado Tecno y el viernes Cumbia.
Dicen que una buena actitud atrae buenas cosas, y me he dado cuenta que es verdad. Todo es cuestión de actitud y de siempre estar abierto a aprender a vivir. Hoy te digo, no hay mejor cosa que puedas aprender que aprender a conocerte a ti mismo. Lo harás hasta tu último segundo de vida cuando aprendas a morir.
Desde hoy cuando te definas a ti mismo, nunca le pongas punto final a la frase, dentro de ti hay una eternidad de posibilidades esperando a ser liberadas.
Yo soy Julián Llera……
like it!!
ResponderEliminarVayaaa!! Después de un silencio literario es bastante bueno leerte asi!!! Un abrazo!
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